Las inmigración y la emigración de población árabe se han ido alternando en distintas épocas, de acuerdo con las condiciones económicas reinantes. A fines del siglo XIX, cuando la inmigración judía estimuló el crecimiento económico, muchos árabes fueron atraídos al área por sus posibilidades de empleo, altos salarios y mejores condiciones de vida.
La mayoría de la población árabe de Israel vive en pequeñas ciudades y pueblos autosuficientes de Galilea incluida la ciudad de Nazaret, en la región central entre Hadera y Pétaj Tikvá, en el Néguev y en zonas urbanas mixtas como Jerusalén, Acco, Haifa, Lod, Ramle y Yafo.
La comunidad árabe de Israel constituye predominantemente un sector obrero en una sociedad de clase media, un grupo político periférico en un estado altamente centralizado y una minoría de habla árabe dentro de una mayoría de habla hebrea. Esencialmente no asimilada, la existencia separada de la comunidad se ve facilitada por el uso del árabe, segundo idioma oficial de Israel, un sistema escolar separado árabe/druso, medios de comunicación, literatura y teatro en lengua árabe, y la mantención de tribunales independientes musulmanes, drusos y cristianos que dirimen asuntos de derecho personal.
Aunque la cultura y las costumbres del pasado son aún parte de la vida cotidiana, el gradual debilitamiento de la autoridad tribal y patriarcal, los efectos de la educación obligatoria y la participación en los asuntos económicos, municipales y políticos del país afectan rápidamente las formas de vida y las concepciones tradicionales. A la vez, la condición de la mujer árabe israelí se ha ido liberalizando significativamente gracias a leyes que otorgan igualdad de derechos a la mujer, y prohiben la poligamia y el matrimonio de niñas.
La participación política del sector árabe se manifiesta en las elecciones nacionales y municipales. Ciudadanos árabes manejan los asuntos políticos y administrativos de sus propias municipalidades y representan los intereses árabes a través de sus representantes electos en la Knéset (parlamento israelí). Éstos intervienen en la escena política para promover a los grupos minoritarios y acrecentar su participación en el bienestar general.
Desde el establecimiento de Israel (1948), los árabes han estado exentos del servicio militar obligatorio en las Fuerzas de Defensa de Israel en vista de su afinidad familiar, religiosa y cultural con el mundo árabe (que ha atacado repetidamente a Israel), y por la preocupación ante una posible doble lealtad. Sin embargo, se estimula el servicio militar voluntario, por el cual optan algunos cada año. Desde 1957, a petición de sus líderes comunitarios, el servicio militar ha sido obligatorio para los varones drusos y circasianos, y el número de beduinos que se integran a la carrera militar aumenta constantemente.
Centro comunitario árabe (Cortesía de la Fundación Jerusalén/ M. Lauber)